Me Equivocaba El 15 (fifteen) Por El 50 (fifty)

Me encontraba trabajando en una tienda de departamentos y siempre me hacía problemas con los números. Es de imaginar que si trabajo como cajera cobrando y dando cambios tengo que dominar muy bien el inglés principalmente cuando se trata de precios y números. Pero me equivocaba el 15 (fifteen) por el 50 (fifty), y otras cifras más. Entonces tenía que concentrarme mucho y todos los días terminaba con dolor de cabeza. Hasta que un día me confundí realmente y no pude corregir mi error. Fui llamada por la dirección de la tienda y el caballero que me atendió me dijo lo siguiente: «Usted es una persona responsable y buena trabajadora pero tiene problemas con el inglés. Le voy a dar un plazo para que se ponga a estudiar seriamente y cuando venza ese plazo volveremos a hablar». Me gustaba mucho mi trabajo ya que también usaba las otras dos lenguas que hablaba pero el inglés era primordial. Me puse a estudiar seriamente sobretodo los números hasta que logré dominarlos. Y esto me hizo muy feliz, no solamente porque conservé mi puesto si no porque logré un aumento en mi sueldo.

Este Señor Necesitaba Ayuda

Entraba a un colegio por tercera vez de la ciudad en donde vivía para pedir cierta información. En la puerta siempre había dos guardas de seguridad. Los saludé y caminé hacia el corredor pero antes noté que uno de ellos respiraba con dificultad y repentinamente cayó al suelo agarrándose la garganta. El otro guarda fue a ayudarlo y yo corrí para pedir auxilio. Como sucede en estos casos, no había nadie en el corredor y yo continuaba corriendo buscando a álguien. Cuando llegué a los ascensores, vi a un grupo de estudiantes de enfermería que bajaban de sus clases. Rápidamente intenté explicarles lo que estaba sucediendo, que este señor necesitaba ayuda. No encontraba las palabras adecuadas en inglés. Me ayudé con señas y algunas palabritas como «help» (ayuda) y no me salía nada más. Las muchachas entendieron no se cómo y yo salí corriendo haciendo señas para que me siguieran. Cuando llegamos, auxiliaron al guarda mientras venía la ambulancia que el otro guarda había llamado. Ya más tranquila y en mi casa, comprendí la importancia de hablar inglés aquí en USA, no sólo para una mejor comunicación si no también, como en este caso, para salvar una vida.

No saber inglés e ingresar a un hospital

No hay nada más frustante que vivir en los Estados Unidos, no saber inglés e ingresar a un hospital. Tuve esa experiencia a poco tiempo de haber llegado a este país. Perdí el sentido y me llevaron a emergencia, allí me hacían preguntas y no entendía nada, «hablaban muy rápido», me decía a mí misma. En un abrir y cerrar de ojos me vi rodeada de enfermeros hablando y preguntando y yo que no podía entender ni hablar. De repente vi a uno de ellos tomándome la presión, otro me miraba con una lamparita en los ojos, otro me tomaba el pulso, otro me colocaba un gancho en mi dedo mayor y todos esos procedimientos que se hacen en esos casos. Estuve tres días internada, es «stres» dijeron pero esa triste experiencia no quise que se repitiera nunca más en mi vida y lo primero que hice cuando llegué a mi casa fue ponerme seriamente a estudiar inglés.

Le Aumentarán el Sueldo

Encontré a mi amigo Carlos muy triste y enojado. Le pregunté cuál era el motivo y me respondió que le había pedido a su jefe un aumento de sueldo y que se lo había negado, explicándole que él no sabe inglés y que toma el tiempo de otro empleado que es bilingue para que le traduzca cada vez que necesita hablar con colegas que solamente hablan el inglés. De modo que cuando sepa desenvolverse bien con el idioma y no tome el tiempo de otro empleado recién le aumentarían el sueldo. Yo le dije que su jefe tenía razón y que se pusiera a estudiar y se dejara de quejar. Ahora Carlos está estudiando inglés y estoy segura que como es responsable y muy bueno en lo que hace, pronto le aumentarán el sueldo y lo veré feliz nuevamente.

No sabía cómo, no hablaba inglés

Hacía poco tiempo que había llegado a Estados Unidos y no conocía bien el barrio en donde vivía. Un día me dirigía a mi trabajo y tenía que tomar un ómnibus. Un pariente en la casa me indicó la calle en donde tenía que tomar ese dichoso ómnibus pero no me explicó de qué lado. Yo tomé el que iba para el lado contrario, pero estaba confiada que había hecho lo correcto. Cuando llegó al final del recorrido, percibí que estaba en un lugar totalmente extraño. No podía preguntar a nadie por que no sabía cómo, no hablaba inglés. Entonces bajé del ómnibus y comencé a caminar en sentido contrario, la chofer se dió cuenta de mi equivocación y cuando retomaba su recorrido habitual detuvo el ómnibus y me llamó, haciendo señas para que subiera y ella me llevaría para el otro lado sin cobrarme nuevamente. Pasé mucha verguenza, sobretodo por las otras personas que viajaban en el ómnibus al mismo tiempo que me prometía con mucha convicción buscar un buen curso de inglés y ponerme a estudiar seriamente. Ese día llegué tarde a mi trabajo aparte de tener esa amarga experiencia.

Tenía que estudiar inglés

Ya hacía algunos meses que había llegado a Estados Unidos y en ese momento me encontraba trabajando en la ciudad. Tenía que tomar un tren desde mi ciudad para ir a trabajar. Como no hablaba ni entendía bien el inglés, trataba de tomar siempre el tren expreso el cual me llevaba hasta cerca de mi trabajo. Un día no se que sucedió que el tren paró en otra estación para desde allí hacer transbordo y tomar otro tren hacia mi destino. Me encontraba ya en el andén esperando órdenes del altavoz cuando escuché algo (en inglés por supuesto), veía que las personas que habían estado en mi primer tren corrían escaleras arriba para atravesar el puente que las llevaría hacia el anunciado por el altavoz y yo… por detrás. Luego se escuchaba otra vez el altavoz y yo… por detrás de la multitud nuevamente corriendo y así al final pude tomar un tren que no me llevó a mi destino sino a otra estación completamente desconocida. Allí encontré una persona muy amable que hablaba español y me explicó cómo tenía que llegar al lugar que yo iba. Qué frustración! Llegué tarde, obvio, y después de explicar lo que había sucedido a mi jefa, ella me dijo algo que yo ya sabía pero que necesitaba escuchar para sentirme peor aún. Tenía que estudiar inglés, buscar un buen curso y ponerme a estudiar seriamente. Perder el miedo, no sentirme frustrada nuevamente debido a no hablar ni entender inglés, fue mi objetivo a partir de ese día.

Sea ciudadano del mundo, estudie inglés

En un país latinoamericano vi un cartel que me llamó mucho la atención. Decía: «Sea ciudadano del mundo, estudie inglés». Estudiar inglés, aprender a hablarlo y a entenderlo, no solamente lo ayuda a desenvolverse en los Estados Unidos sino en cualquier otro país de habla inglesa, o en la mayoría de los otros países del mundo. Es aconsejable buscar un buen curso de inglés, partiendo desde una buena base, el «spelling» o deletreo de las palabras, por ejemplo. En cualquier situación le preguntarán su nombre, dirección y le harán otras preguntas acompañando de ese muy molesto para nosotros los hispano hablantes «spelling please» o sea: «deletree por favor». Y esto les aseguro es absolutamente necesario sobretodo cuando se tiene un acento extranjero y queramos que nos entiendan. Estudie inglés ya sea si va vivir en este país (USA) o si va a viajar a Europa, en donde con este idioma se podrá comunicar perfectamente.

Poder comunicarme con las otras personas

A pesar de haber estudiado inglés en mi país de orígen, el primer día que llegué a los Estados Unidos, me hicieron unas cuantas preguntas, en inglés obvio, allí nomás en el aeropuerto, no demoró mucho para percibir que no entendía nada y que tenía que ponerme de cabeza a estudiar inglés seriamente para entender y hablar el inglés y así poder comunicarme con las otras personas que viven aquí.

Seriamente a estudiar inglés

En los primeros meses que una persona llega a Estados Unidos y sin saber hablar ni escuchar bien el inglés, me encontraba trabajando de mesera en fiestas. En una de esas fiestas uno de los invitados que estaba sentado en una de las mesas con otras personas me pidió si por favor podía traerle, «a soap», (un jabón) es lo que yo entendí. Muy intrigada me fui a la cocina y le dije a mi jefe, es muy raro pero un señor me pidió un jabón. Todos en la cocina se miraron extrañados, y uno de los otros meseros fue a preguntar qué era lo que había pedido. De allá vino este mesero riéndose y diciendo: el cliente pidió «a soup» (una sopa). Yo no sabía dónde meterme de la verguenza y me prometí ponerme seriamente a estudiar inglés si quería desenvolverme bien en mis trabajos y no dejar que se repita este tipo de episodio bochornoso.